Un conejo blanco de ojos rojos
Cubierto de rojo carmín
Llora como niña pequeña sus pecados
Su tierno rostro cubierto de lágrimas
La pequeña coneja solo pensaba en escapar y con su tortura acabar
Y en el bosque cubierta en sangre se comenzó a adentrar
La pequeña coneja asesina, manchada de sangre inocente,
En lo profundo y oscuro del bosque, sin darse cuenta se perdió
Pero al intentar volver, una de sus patas en una trampa quedo
La pequeña coneja no logro liberarse de su prisión y lloro creyendo ese su fin
Un extraño sonido la mirada le hizo levantar
Y para su horror a un ave vio frente a ella aterrizar
Con miedo la pequeña al no poder escapar
Su cabecita entre sus patas escondió mirando antes al que seria su captor
Un búho frente a ella pudo ver acercándose peligrosamente
y ella solo rogaba que no doliese su final inminente
Mas para su sorpresa y alivio, sintió que su patita quedo liberada
subió su mirada para encontrar frente a ella unos os que la miraban tiernamente
Un pequeño niño en sus brazos con cuidado la cargo, como si de cristal se tratase
Y recordando al búho comprendió, que aquel joven de un brujo se trataba
“debe ser muy poderoso” pensó la pequeña mirándole de reojo
“estas herida, te voy a cuidar” dicho esto ambos desaparecieron de aquel lugar
La pequeña coneja sobresaltada se despertó, entre los brazos del pequeño brujo
La noche sobre ambos se manifestaba, entrando una leve brisa por la ventana
La pequeña aturdida al principio de la cama se bajo, mirando al brujo reposar
“de alguna manera le debo recompensar” se dijo a si misma y se acerco a el con la apariencia de una niña tierna y pequeña, que le mira exhaustivamente
Acortando toda distancia, la pequeña unió sus labios con los del brujito dormilón
Depositando en estos un tierno beso
Antes de separarse de el entre sus manos dejo un presente
“gracias” susurro con ternura al oído del brujo, que respondió con una suave sonrisa
La pequeña coneja, ahora limpia y sin heridas, por la mansión se escabullo
Y sin ser vista de aquella enorme casa escapo
Corriendo por el bosque la pequeña coneja a su tortura regreso
Sin darse cuenta de que aquel brujo le había robado el corazón
La joven princesa a su castillo de tinieblas volvió
Inconscientemente deseando que aquel joven la sacase de su prisión
Entre las manos del joven dejo, su última esperanza de salvación
La conejita miro al cielo rogando a que el búho de su perdición la sacase
Con un suspiro una pequeña lagrima de sus ojitos escapo
A su infierno debía regresar, y no podía tardar un minuto mas
Miro a la casa una última vez, y el conejo de ojos rojos volvió a desaparecer…
una historia en un poema que hermoso,realmente se sintió el dolor se la pobre espero que vuelvas a escribir eres muy buena en esto
ResponderEliminarOiga podia volver a escribir porfaaaaa que me e enganchado y me ha cortado el royo TTT.TTT
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